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A Spanish-language version of this press release is also below. Una versión en español de este comunicado de prensa también se encuentra a continuación.
Coalition Urges Court to Immediately Restore SNAP Funding Relied Upon by 42 Million Americans
BALTIMORE, MD – Attorney General Anthony G. Brown joined a coalition of 22 other attorneys general and three governors today in filing a lawsuit against the United States Department of Agriculture (USDA) and its Secretary Brooke Rollins for unlawfully suspending the Supplemental Nutrition Assistance Program (SNAP), which helps more than 40 million Americans buy food, due to the ongoing federal government shutdown.
“More than 680,000 Marylanders – including 262,000 children – rely on SNAP to put food on the table,” said Attorney General Brown. “Time is running out to prevent hundreds of thousands of Maryland families from losing access to food. We’re taking the Trump administration to court because Maryland’s children and families deserve better than a federal government that chooses to let them go hungry despite having the resources to help.”
On October 1, 2025, the new federal fiscal year began without an appropriation by Congress to fund the federal government, creating a “government shutdown.” On October 10, USDA sent a letter to state SNAP agencies saying that if the shutdown continues, there will be insufficient funds to pay full November SNAP benefits for the approximately 42 million individuals across the country that rely on them.
Despite USDA’s claim of insufficient funds, Congress appropriated billions of dollars in SNAP-specific contingency funds to the agency for this very purpose. Furthermore, USDA has funded other programs during this shutdown, but has refused to fund SNAP, leaving millions of Americans without the assistance they need to buy food. It is clear the federal government is making a deliberate, unlawful, and inhumane choice not to fund the crucial SNAP program.
The lapse in benefits will have dire consequences for the health and well-being of millions across the country, who rely on the program to feed themselves and their families. This lapse will also put unnecessary strain on state and local governments and community organizations, as families increasingly rely on emergency services and local food pantries that are already struggling to fill a growing nutrition gap. It will affect our school systems and college and university communities, where food insecurity will stand in the way of educating our students. Suspending SNAP benefits will also harm the hundreds of thousands of grocers and merchants that accept SNAP payment for food purchases across the country. USDA has estimated that in a slowing economy, every $1 in SNAP benefits generates $1.54 in economic activity.
In Maryland, SNAP feeds over 680,000 Marylanders monthly. In May 2025, Maryland SNAP customers included 262,248 children under age 18; 121,615 seniors aged 62 and older; 128,705 people with disabilities; and 28,843 people experiencing homelessness.
While the federal government funds and sets the monthly amount of SNAP benefits, states are responsible for administering programs in their state. Suspending SNAP benefits in this manner is both contrary to law and arbitrary and capricious under the Administrative Procedure Act. Where Congress has clearly spoken, providing that SNAP benefits should continue even during a government shutdown, USDA does not have the authority to say otherwise. The coalition will also be filing a temporary restraining order later today asking the court to immediately turn benefits back on.
Joining Attorney General Brown in filing this lawsuit are the attorneys general of Arizona, California, Colorado, Connecticut, Delaware, the District of Columbia, Hawaii, Illinois, Maine, Massachusetts, Michigan, Minnesota, Nevada, New Jersey, New Mexico, New York, North Carolina, Oregon, Rhode Island, Vermont, Washington, and Wisconsin. The Governors of Kansas, Kentucky, and Pennsylvania have also joined.
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El Fiscal General Brown demanda a la Administración Trump por suspender ilegalmente los beneficios de SNAP
La Coalición urge que la Corte restaure de inmediato los fondos de SNAP, de los que dependen 42 millones de estadounidenses
BALTIMORE, MD (28 de octubre de 2025)– El Fiscal General Anthony G. Brown se unió hoy a una coalición de otros 22 fiscales generales y tres gobernadores para presentar una demanda contra el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) y su Secretaria Brooke Rollins por suspender ilegalmente el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), que ayuda a más de 40 millones de estadounidenses a comprar alimentos, debido al cierre del gobierno federal.
“Más de 680,000 residentes de Maryland, incluidos 262,000 niños, dependen del SNAP para alimentarse", declaró el Fiscal General Brown. “Se esta acabando el tiempo para evitar que cientos de miles de familias de Maryland pierdan el acceso a los alimentos. Estamos llevando a la administración Trump a los tribunales porque los niños y las familias de Maryland merecen algo mejor que un gobierno federal que elige dejarlos pasar hambre a pesar de tener los recursos para ayudar".
El 1 de octubre de 2025, el nuevo año fiscal federal comenzó sin una asignación del Congreso para financiar el gobierno federal, creando un "cierre del gobierno". El 10 de octubre, el USDA envió una carta a las agencias estatales del SNAP indicando que si el cierre continúa, no habrá fondos suficientes para pagar los beneficios completos de SNAP de noviembre para los aproximadamente 42 millones de personas en todo el país que dependen de ellos.
A pesar de la afirmación del USDA de fondos insuficientes, el Congreso asignó miles de millones de dólares en fondos de contingencia específicos del SNAP a la agencia para este mismo propósito. Además, el USDA ha financiado otros programas durante este cierre, pero se ha negado a financiar el SNAP, dejando a millones de estadounidenses sin la asistencia que necesitan para comprar alimentos. Es evidente que el gobierno federal está tomando una decisión deliberada, ilegal e inhumana de no financiar el crucial programa SNAP.
La interrupción de los beneficios tendrá graves consecuencias para la salud y el bienestar de millones de personas en todo el país, que dependen del programa para alimentarse y alimentar a sus familias. Esta interrupción también ejercerá una presión innecesaria sobre los gobiernos estatales y locales, así como sobre las organizaciones comunitarias, ya que las familias dependen cada vez más de los servicios de emergencia y las despensas de alimentos locales que ya luchan por cubrir la creciente brecha nutricional. Esto afectará a nuestros sistemas escolares y comunidades universitarias, donde la inseguridad alimentaria obstaculizará la educación de nuestros estudiantes. La suspensión de los beneficios del SNAP también perjudicará a los cientos de miles de supermercados y comercios que aceptan el pago del SNAP para compras de alimentos en todo el país. El USDA ha estimado que en una economía en desaceleración, cada dólar en beneficios del SNAP genera $1.54 en actividad económica.
En Maryland, el SNAP alimenta a más de 680,000 residentes. En mayo de 2025, los beneficiarios del SNAP en Maryland incluían a 262,248 niños menores de 18 años; 121,615 personas mayores de 62 años; 128,705 personas con discapacidades; y 28,843 personas sin hogar.
Si bien el gobierno federal financia y establece el monto mensual de los beneficios del SNAP, los estados son responsables de administrar los programas en su estado. Suspender los beneficios del SNAP de esta manera es contrario a la ley, arbitrario y caprichoso según la Ley de Procedimiento Administrativo. Donde el Congreso ha hablado claramente, disponiendo que los beneficios del SNAP deben continuar incluso durante un cierre del gobierno, el USDA no tiene la autoridad para decir lo contrario. La coalición también presentará una orden de restricción temporal solicitando al tribunal que vuelva a activar los beneficios de inmediato.
Junto la Fiscal General Brown en la presentación de esta demanda los fiscales generales de Arizona, California, Colorado, Connecticut, Delaware, el Distrito de Columbia, Hawái, Illinois, Maine, Massachusetts, Michigan, Minnesota, Nevada, Nueva Jersey, Nuevo México, Nueva York, Carolina del Norte, Oregón, Rhode Island, Vermont, Washington y Wisconsin. Los gobernadores de Kansas, Kentucky y Pensilvania también se han unido.
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